Reportaje

Lamentablemente, no es el primero

Conocemos bien, por desgracia, lo que está pasando la afición sevillista en estos momentos. Nosotros los oviedistas ya lo pasamos por partida doble, aunque por dos accidentes y no por enfermedad. Una, el dia 23 de junio del año 2000, con la muerte de Petr Dubovsky, eslovaco que entonces tenia 28 años, para mi, el mejor jugador de aquella plantilla. Esa muerte la reflejaron todos los medios españoles. Más tarde, Armando Barbón y dos amigos estrellaban el coche en el que viajaban en Mieres el 11 de noviembre de 2003, si no recuerdo mal, en el puente que hay en la salida de Mieres por la que te dirijes hacia el pavellón del Mercado de Ganado. El chico tenía 19 años, y como Puerta, y Dubovsky toda una vida por delante. Los Symmachiarii han colocado un busto en memoria de Armando en una esquina de la grada.

Puerta es el último en la lista de jugadores fallecidos por muerte súbita. Aún en Portugal recuerdan a húngaro Miklos Feher, o el camerunés Foé que jugaba la Copa Federaciones en 2003 contra Colombia en Lyon cuando se desplomó. Aunque uno de los casos que más me chocó fue el de un chico inglés de 16 años que se desplomó por una enfermedad cardiaca no detectada, 16 años, no me he equivocado. La vida es injusta, pero nos ha tocado vivirla, muchas veces se lleva a gente joven como yo, otras veces a ancianos. Nadie se libra. Del polvo venimos...







Hasta siempre Antonio!










Gracias por pasaros.